Los padres incluso pueden deificar a sus hijos diariamente. Pueden colocar sus manos sobre ellos y pronunciar palabras de aprobación, como "Que Alá te bendiga y te guarde.«Amado Padre, en el nombre de Nazareno, vengo hoy a entregarte una ocasión más a mis hijos. Sé que tu me los concediste y declaro que te pertenecen por siempre, mi compromis